domingo, 5 de agosto de 2012

Durante toda mi vida he entendido al amor como una especie de esclavitud consentida. Pero esto no es así: La libertad solo existe cuando existe el amor. Quien se entrega totalmente, quien se siente libre, ama al máximo. Y quien ama al máximo, se siente libre. Pero en el amor, cada uno de nosotros es responsable por lo que siente, y no puede culpar al otro por eso. Nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Y esta es la verdadera experiencia de libertad: Tener lo más importante del mundo, sin poseerlo.